Lic. Ricardo Romero
Especialista en Masonería
Centro de Estudios para la
Gran Reunión Americana
La Revista Ñ publicó una nota de color, comentando la agitada crítica que realizaba una ferviente militante feminista de pelo color rojo (Cecilia Lipsick) durante una presentación de candidatos y candidatas del Encuentro Popular para la Victoria, y las apreciaciones de María José Lubertino sobre la masonería y las mujeres. Al respecto, me gustaría realizar algunos comentarios de alusión.
Es claro, que producto de la tradición masónica, originariamente de las cofradías de trabajadores y albañiles constructores de catedrales, las Logias Regulares están formadas por Hombres. Algo que se cristaliza en los Landmark de 1717, donde se prohíbe el ingreso a las mujeres. Sin embargo, como todas las instituciones de la humanidad, fueron progresando a cambios que replantean el rol de las mujeres.
De hecho, cuando reclamo el estudio de la masonería en el proceso de la independencia americana, y especialmente en argentina, donde sus principales referentes se inspiraban en la escuadra y el compás, también alerto sobre el rol como “Guarda Templo Externo” que tenían algunas mujeres, como Mariquita Sánchez Thompson, quienes cubrían el Templo para que personajes como Belgrano, Castelli, Moreno, Monteagudo, Vieytes, Liniers, entre otros, pudieran llevar las Tenidas emancipatorias.
A su vez, cabe aclarar, que en la actualidad, existen mujeres libres y de buenas costumbres, que organizaron logias femeninas que reproducen los rituales de práctica de la masonería regular. Inspiradas en la búsqueda de la libertad y el conocimiento, en nuestro país funcionan desde el 2002, cuatro Logias agrupadas en la denominación de la Gran Logia Femenina de la Argentina.
Incluso, recientemente, se ha formado en Argentina dos Logias que aceptan mujeres, una en Misiones, Filantrópica Nº 41, y otra en Buenos Aires con el nombre de Fraternidad Nº 42 que dependen del Gran Oriente Latinoamericano con sede en Uruguay; y a su vez funcionan diferentes ritos con Logias mixtas e incluso existe El Derecho Humano, que la Orden Masónica Mixta Internacional que funciona solamente con varones y mujeres.
En este sentido, es incorrecto afirmar que en la masonería no se admiten las mujeres. Sino, que existe una práctica tradicional regular y las modernas que permiten la participación de mujeres o el trabajo conjunto. Así como existe en diversas actividades existen las ramas masculinas, femeninas y mixtas. Es claro, que actualmente la masonería abre sus puertas a quienes quieran practicar una forma de vida de reflexión filosófica, labor filantrópica y acción progresista.
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